sábado, 13 de diciembre de 2008

Puede que me arrepienta de cualquier cosa que vaya a escribir, pero en el fondo un compromiso lo es siempre, tanto para lo bueno como para lo malo.

Si la noche del viernes tuviese que puntuar sobre , se llevaría el pleno, pero como en los eclipses, lo malo siempre se adelanta a lo que nos hace querer dormir abrazados a una almohada. Si tuviese que puntuar tal noche como la de hoy, simplemente debería haberme quedado en casa y que simplemente fuese un no presentado, en vez de un cero tan sincero como desagradable.

Puede que nadie entienda nada, pero de eso se trata. Hay quien lo llamaría cobarde, yo prefiero decir que no quiero herir sentimientos, lo siento, pero me pasan demasiadas cosas de color carmesí, por la cabeza que hacen que pierda mi estilo particular y sobre todo mi elegancia, y si, esta no importa cuando la mente está colapsada con cosas que tal vez, no te hagan sentir tan orgulloso de tí mismo como quizás deberían.

Hace poco una persona, bastante especial debería remarcar, me enseño que confiar en gente es lo peor que puedes hacer y parece que es en realidad el mundo el que, por si mismo el que se encarga de que no lo olvide. Creo que lo mejor que puedo hacer es dejar esto por hoy, se que no va a enfriarme la sangre, mañana será otro día.

Pd: Miguel, siento estar poco hablador, pero es una ocasión especial, algún día, cuando aprenda a decir cosas que no esten cargadas de ponzoña, te invitaré a una jarra y te hablaré de todo ello.

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